quarta-feira, 27 de abril de 2011

Geracion à la rasca - ou assim

A Geração à Rasca portuguesa - porque as há de outras nacionalidades, naturalmente, com outros nomes - explicada ao mundo em castelhano. Via Dixiti, magazine sediada em Buenos Aires.

"Todo comenzó en las redes sociales. Cuatro jóvenes portugueses, de poco más de 20 años, sintieron que sus preocupaciones debían ser escuchadas. A su escala, estos cuatro jóvenes son el espejo de su generación: no tienen empleo o si lo tienen es precario; sin posibilidades o esperanza; sin perspectivas de tener condiciones para formar una familia. Con este panorama, decidieron convocar a las personas (de 20 a 35 años, generación conocida en Portugal como la Geração à Rasca) que compartían sus mismos problemas, a una protesta en la calle.

Y aquí entraron en juego las redes sociales: la capacidad movilizadora de cuatro jóvenes anónimos y absolutamente desinteresados (sin ligaciones partidarias u otras afinidades) puede parecer nula. Pero no lo fue: a través de Twitter o Facebook, jóvenes y no tan jóvenes comenzaron a asociarse a la protesta, que inicialmente fue pensada en realizarse en Lisboa pero se fue expandiendo luego para otras diez ciudades del país (como Porto, Coimbra o Faro) y hasta fuera de Portugal (Barcelona, España).

Los números son aproximados: en total se estima que el 12 de marzo cerca de 300 mil personas salieron a la calle en Lisboa, más algunos otros millares en otras partes del país. Convocados a través de las mencionadas redes o del tradicional boca en boca, hubo gran variedad de concurrentes: jóvenes universitarios, becarios de investigación, gente de la tercera edad sin reforma, madres solteras, trabajadores precarios, desempleados o simplemente ciudadanos que sienten un futuro poco aventurero (y también el de sus hijos) o tal vez amenazado. Todos, en común, compartían un sentimiento: la necesidad de expresar su descontento y mostrarle al poder político que algunas cosas deben cambiar. El color, entre los manifestantes, apareció con carteles, música y tambores.

¿Qué resultará de esta protessta? Nadie lo sabe. En tiempos de pre-elecciones legislativas, con un gobierno resignado que pidió ayuda externa al Fondo Europeo de Estabilización Financiera, es sabido que quien consiguiera aunar las fuerzas y el anhelo de este descontento general puede obtener un buen resultado para formar un gobierno. Sin embargo, la característica de los electores más jóvenes es precisamente no creer en los partidos políticos existentes –de hecho, creen que en ellos reside la responsabilidad de haber llegado a este punto crítico-.
“Política sí, partidos políticos no”. Este podría ser el nuevo lema de una generación que se permite pensar de manera diferente a Portugal y parece mirar para la ciudadanía con otros (nuevos) ojos. El futuro del país, sumido actualmente en una crísis financiera grave, dependerá de la iniciativa y el ejecicio de una ciudadanía joven."

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